En un avance significativo para la robótica aérea autónoma, ingenieros de la Universidad de Hong Kong han creado un dron que imita la extraordinaria capacidad de las aves para navegar a gran velocidad por entornos complejos.
El Robot Aéreo de Alta Velocidad con Garantía de Seguridad (SUPER) puede volar a velocidades superiores a 20 metros por segundo (72 km/h) mientras detecta y esquiva obstáculos tan finos como 2,5 milímetros —como cables eléctricos o ramitas— utilizando únicamente sensores y capacidad de procesamiento a bordo. A diferencia de los drones convencionales, que dependen de GPS o rutas preestablecidas, SUPER opera con total autonomía en entornos desconocidos.
El sistema, compacto y con solo 28 centímetros de envergadura y un peso al despegue de 1,5 kg, emplea un sensor LiDAR 3D ligero capaz de detectar obstáculos a una distancia de hasta 70 metros con gran precisión. Lo que realmente distingue a SUPER es su sofisticado marco de planificación, que genera dos trayectorias durante el vuelo: una que optimiza la velocidad explorando espacios desconocidos y otra que prioriza la seguridad permaneciendo en zonas conocidas y libres de obstáculos.
"Imagina un 'pájaro robótico' maniobrando ágilmente por el bosque, esquivando ramas y obstáculos a gran velocidad. Es como dotar al dron de los reflejos de un ave, permitiéndole esquivar obstáculos en tiempo real mientras avanza hacia su objetivo", explica el profesor Fu Zhang, líder del equipo de investigación.
En pruebas reales, SUPER alcanzó una tasa de éxito casi perfecta del 99,63% en diversos escenarios desafiantes, incluyendo vuelos a alta velocidad, esquiva de cables eléctricos, navegación por bosques densos y vuelos nocturnos. El dron también demostró excelentes capacidades de seguimiento de objetos, logrando seguir a un corredor a través de un bosque espeso donde los drones comerciales fracasaron.
La tecnología tiene aplicaciones muy amplias, especialmente en misiones de búsqueda y rescate, donde los MAV equipados con SUPER podrían navegar rápidamente por zonas de desastre —como edificios colapsados o bosques densos— de día y de noche, localizando supervivientes o evaluando riesgos de forma más eficiente que los drones actuales. La investigación, publicada en Science Robotics, marca un hito en la transición de la navegación autónoma de alta velocidad del laboratorio a aplicaciones reales.