Investigadores del Laboratorio de Diseño y Fabricación Robótica Computacional (CREATE) de la EPFL han logrado un avance importante en la robótica biomimética con su ADAPT Hand (Adaptive Dexterous Anthropomorphic Programmable sTiffness), capaz de agarrar objetos con una destreza similar a la humana sin requerir información precisa del entorno ni una programación compleja.
La ADAPT Hand, desarrollada por Kai Junge y Josie Hughes, logró recoger 24 objetos diferentes con una tasa de éxito notable del 93% en pruebas experimentales. Lo que hace especialmente relevante este logro es que los movimientos de la mano surgen de manera espontánea gracias a la interacción entre sus materiales flexibles y los objetos manipulados, en lugar de mediante programación explícita.
"Como humanos, realmente no necesitamos demasiada información externa para agarrar un objeto, y creemos que esto se debe a las interacciones flexibles —o suaves— que se producen en la interfaz entre un objeto y la mano humana", explica Junge, cuya investigación fue publicada en Nature Communications Engineering el 13 de mayo de 2025.
A diferencia de las manos robóticas tradicionales, que requieren un motor para cada articulación, la ADAPT Hand utiliza solo 12 motores para sus 20 articulaciones; el control mecánico restante proviene de muelles y una 'piel' de silicona que se puede ajustar a diferentes niveles de rigidez. La mano está programada para moverse en solo cuatro posiciones generales para levantar un objeto, y cualquier adaptación adicional ocurre sin programación extra, lo que los expertos en robótica denominan control 'en bucle abierto'.
La flexibilidad distribuida por toda la mano —en la piel, los dedos y la muñeca— le permite autoorganizar su agarre en función de la geometría del objeto, mostrando automáticamente diferentes tipos de agarre según lo que recoja. Al compararse con los patrones de agarre humanos, la ADAPT Hand logró una similitud directa del 68% con los agarres naturales de las personas.
Este enfoque reduce la distancia entre los sistemas artificiales y biológicos, y podría revolucionar aplicaciones en prótesis, robótica sanitaria y automatización industrial. Al imitar las propiedades biomecánicas de las manos humanas mediante materiales en lugar de algoritmos complejos, la ADAPT Hand demuestra cómo los robots pueden desarrollar interacciones más naturales con el mundo físico, algo esencial para la próxima generación de tecnologías asistenciales.