A diferencia de las aves, que navegan sin esfuerzo por bosques densos y entornos complejos, los drones tradicionales han dependido habitualmente de sistemas de guiado externos o rutas previamente mapeadas. Sin embargo, un desarrollo revolucionario del profesor Fu Zhang y su equipo en la Universidad de Hong Kong ha cambiado radicalmente este paradigma.
Su creación, acertadamente denominada SUPER (Safety-Assured High-Speed Aerial Robot), emula las capacidades de vuelo de las aves más fielmente que cualquier tecnología anterior. Este dron compacto, con una distancia entre ejes de solo 280 mm y un peso de apenas 1,5 kg, puede alcanzar velocidades superiores a 20 metros por segundo (45 km/h) mientras esquiva de forma autónoma obstáculos tan finos como cables eléctricos o ramas.
El avance reside en la sofisticada integración de hardware y software de SUPER. El sistema utiliza un sensor LiDAR 3D ultraligero, capaz de detectar obstáculos a una distancia de hasta 70 metros con una precisión milimétrica. Esto se combina con un avanzado marco de planificación que genera dos trayectorias durante el vuelo: una que optimiza la velocidad adentrándose en espacios desconocidos y otra que prioriza la seguridad permaneciendo en zonas conocidas y libres de obstáculos.
"Es como dotar al dron de los reflejos de un ave, permitiéndole esquivar obstáculos en tiempo real mientras avanza rápidamente hacia su objetivo", explica el profesor Zhang. El sistema permite que los microvehículos aéreos (MAV) naveguen por entornos complejos con una seguridad y eficiencia sin precedentes, incluso en condiciones difíciles como bosques densos durante la noche.
Las implicaciones para diversos sectores son considerables. En operaciones de búsqueda y rescate, los drones equipados con esta tecnología podrían desplazarse rápidamente por zonas de desastre como edificios derrumbados o bosques densos, localizando supervivientes y evaluando riesgos de forma más eficiente que los sistemas actuales. Otras aplicaciones incluyen la entrega autónoma, la inspección de líneas eléctricas, la monitorización medioambiental y el mapeo de áreas inaccesibles.
Dado que se prevé que el mercado global de drones alcance los 163.600 millones de dólares en 2030, con el segmento autónomo creciendo a un ritmo anual superior al 17%, innovaciones como SUPER están llamadas a transformar la operativa de los drones en escenarios reales. La investigación ha sido publicada en Science Robotics, marcando un hito importante en la transición de la navegación autónoma de alta velocidad del laboratorio a aplicaciones prácticas.