En un avance significativo para la computación en el edge, investigadores del MIT han creado una sinapsis artificial autoalimentada que podría revolucionar la forma en que la IA procesa datos visuales en dispositivos cotidianos.
El descubrimiento, anunciado el 2 de junio de 2025, aborda uno de los retos más persistentes en la visión artificial: los importantes recursos de computación y energía tradicionalmente necesarios para procesar información visual. Al imitar la arquitectura neuronal del cerebro humano, la sinapsis artificial del MIT puede realizar tareas sofisticadas de reconocimiento visual consumiendo solo una fracción de la energía que requieren los sistemas convencionales.
"Los sistemas tradicionales de visión artificial se enfrentan a un gran problema: procesar enormes cantidades de datos visuales requiere mucha energía, almacenamiento y recursos computacionales", explica el equipo de investigación. Esta limitación ha dificultado históricamente el despliegue de capacidades de reconocimiento visual en dispositivos edge como smartphones, drones y vehículos autónomos.
A diferencia de las sinapsis artificiales optoelectrónicas convencionales que necesitan fuentes de alimentación externas, la sinapsis propuesta por el MIT genera su propia electricidad mediante conversión de energía. Esta capacidad de autoalimentación la hace especialmente adecuada para aplicaciones de computación en el edge, donde la eficiencia energética es crucial.
El sistema puede distinguir colores con una precisión extraordinaria en todo el espectro visible y permite funciones lógicas basadas en las longitudes de onda de la luz. Esta innovación allana el camino para una visión artificial de alto rendimiento y bajo consumo en dispositivos edge como smartphones, wearables y vehículos autónomos.
Este desarrollo llega en un momento clave, ya que la industria tecnológica impulsa los límites de la IA hacia el edge de la red para aprovechar todo el potencial del big data. La computación en el edge ha surgido como un concepto prometedor para soportar aplicaciones de IA que requieren gran capacidad de cálculo en dispositivos periféricos. La inteligencia en el edge o Edge AI—la combinación de IA y computación en el edge—permite desplegar algoritmos de aprendizaje automático en el propio dispositivo donde se genera el dato, proporcionando potencialmente inteligencia artificial a cada persona y organización desde cualquier lugar.
Esta innovación del MIT podría ampliar drásticamente las capacidades de la IA en entornos con recursos limitados, permitiendo una nueva generación de dispositivos inteligentes capaces de ver y comprender el mundo que les rodea sin depender de la conectividad a la nube ni de grandes baterías.