En un importante salto tecnológico anunciado el 20 de junio de 2025, dos equipos de investigación europeos han demostrado con éxito cómo intensos pulsos láser a través de fibras de vidrio ultrafinas pueden realizar cálculos similares a los de la IA miles de veces más rápido que los métodos electrónicos convencionales.
El avance, liderado por los profesores Goëry Genty de la Universidad de Tampere y John Dudley y Daniel Brunner de la Université Marie et Louis Pasteur, supone un cambio fundamental en la arquitectura de la computación. Al aprovechar la luz en lugar de la electricidad para los cálculos, la tecnología promete no solo velocidades de procesamiento sin precedentes, sino también una eficiencia energética significativamente mejorada.
"Este trabajo demuestra cómo la investigación fundamental en óptica no lineal de fibras puede impulsar nuevos enfoques en la computación. Al fusionar la física y el aprendizaje automático, estamos abriendo nuevas vías hacia hardware de IA ultrarrápido y eficiente energéticamente", explicaron los líderes del equipo de investigación. Su sistema logró más del 91% de precisión en la clasificación de dígitos manuscritos en menos de un picosegundo, un rendimiento comparable a los métodos digitales más avanzados, pero a velocidades muy superiores.
Lo que hace especialmente prometedora esta aproximación es que no se basa simplemente en la fuerza bruta. Los investigadores descubrieron que los mejores resultados se obtenían mediante un cuidadoso equilibrio entre la longitud de la fibra, la dispersión (la diferencia de velocidad de propagación entre longitudes de onda) y los niveles de potencia, en lugar de buscar la máxima interacción no lineal.
Mientras tanto, en un avance paralelo, investigadores en IA del Instituto Paul Scherrer de Suiza han desarrollado un sistema de aprendizaje automático capaz de formular recetas de cemento ecológico en cuestión de segundos. Liderado por la matemática Romana Boiger, el equipo ha creado lo que describen como "un libro de recetas digital para cemento ecológico" que simula y optimiza formulaciones de cemento para reducir significativamente las emisiones de CO₂ manteniendo el rendimiento estructural.
Este desarrollo aborda un reto medioambiental crucial, ya que la producción de cemento representa aproximadamente el 6% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. El sistema de IA puede evaluar rápidamente miles de combinaciones posibles de ingredientes, identificando formulaciones que reducen la huella de carbono sin perder las propiedades esenciales del cemento.
En conjunto, estos avances ponen de manifiesto cómo la IA está transformando tanto la infraestructura informática como la resolución de desafíos medioambientales urgentes, apuntando hacia un futuro de desarrollo tecnológico más rápido, eficiente y, potencialmente, más sostenible.