La RAND Corporation ha publicado un importante análisis sobre la estrategia de inteligencia artificial de China, revelando tanto fortalezas como vulnerabilidades en la búsqueda de Pekín por dominar la IA global en 2030.
El informe, titulado 'Full Stack: la política industrial evolutiva de China para la IA', fue publicado en junio de 2025 por los investigadores Kyle Chan, Gregory Smith, Jimmy Goodrich, Gerard DiPippo y Konstantin F. Pilz. Ofrece un examen en profundidad de cómo China está desplegando herramientas de política industrial a lo largo de toda la pila tecnológica de la IA, desde los chips semiconductores hasta las aplicaciones.
Los investigadores concluyen que la política industrial de IA de China probablemente acelerará el rápido progreso del país, especialmente a través del apoyo a la investigación, el desarrollo de talento, los recursos informáticos subvencionados y las aplicaciones. Los modelos chinos de IA están acortando la brecha de rendimiento con los principales modelos estadounidenses, y la adopción de la IA en China crece rápidamente en sectores como los vehículos eléctricos, la robótica, la sanidad y la biotecnología.
Sin embargo, el informe identifica retos significativos para las ambiciones chinas en IA. El país controla solo alrededor del 15% de la capacidad mundial total de computación para IA, frente al 75% de Estados Unidos. Esto pone de manifiesto un déficit considerable en infraestructuras de computación que el apoyo estatal chino intenta subsanar. La financiación de Pekín para la investigación fundamental en IA en universidades y laboratorios respaldados por el Estado se identifica como un factor clave para la industria china de IA.
Un obstáculo importante señalado en el informe es la dependencia de China de tecnología extranjera. En una reunión del Politburó en abril de 2025, el presidente chino Xi Jinping enfatizó la "autosuficiencia" y la creación de un ecosistema de hardware y software de IA "autónomamente controlable". Pekín está apoyando el desarrollo de alternativas nacionales a las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, como la serie Ascend de Huawei, que aún están por detrás en rendimiento y volumen de producción. Esta dependencia de chips menos numerosos y potentes obliga a las empresas chinas a racionar la capacidad de cómputo, reduciendo el número y tamaño de los entrenamientos y despliegues de modelos que pueden realizar.
Para sortear los controles de exportación estadounidenses, las empresas chinas de IA están adoptando diversas estrategias, como el acopio de chips, el contrabando y la construcción de centros de datos en todo el mundo, desde México hasta Malasia. Aunque el apoyo estatal está mejorando la competitividad y acelerando el progreso, desafíos como los controles de exportación de EE. UU. y la asignación ineficiente de recursos podrían frenar el crecimiento. En última instancia, el informe concluye que el desarrollo de la IA en China probablemente seguirá siendo un competidor cercano de EE. UU., impulsado por una combinación de apoyo estatal e innovación del sector privado.
El informe señala que los responsables políticos chinos no se centran únicamente en "ganar la carrera hacia la AGI" (aunque algunas empresas tecnológicas chinas sí lo hacen). En su lugar, están construyendo una industria de IA líder y resiliente para impulsar la productividad en toda la economía, con especial atención a aplicaciones de "tecnología dura" como la robótica y la automatización industrial. Este enfoque estratégico refleja la visión a largo plazo de China para la autosuficiencia tecnológica y la transformación económica a través de la IA.