El panorama de la inteligencia artificial ha sido testigo de dos avances significativos en mayo de 2025, transformando tanto la tecnología sanitaria como la competencia global en IA.
El 1 de mayo, Google presentó AMIE (Articulate Medical Intelligence Explorer), un asistente de imágenes médicas impulsado por IA capaz de interpretar radiografías y resonancias magnéticas. Este sistema multimodal supone un gran avance en la IA aplicada a la salud, ya que puede interpretar y razonar de forma inteligente sobre información médica visual, contribuyendo a diagnósticos más precisos.
En un estudio remoto que abarcó 105 escenarios médicos diferentes, AMIE demostró capacidades notables. Cuando médicos especialistas revisaron las conversaciones, calificaron el rendimiento de AMIE por encima del de los médicos humanos en la mayoría de las áreas, destacando especialmente "la calidad de la interpretación de imágenes y el razonamiento", la exhaustividad de su evaluación diagnóstica y la solidez de sus planes de tratamiento. Quizá lo más sorprendente fue que los actores que hacían de pacientes a menudo consideraron que la IA era más empática y digna de confianza que los médicos humanos en interacciones basadas en texto.
Mientras tanto, el último modelo de IA de Alibaba, Qwen3, lanzado a finales de abril, ha reducido significativamente la brecha tecnológica con las principales empresas estadounidenses. Entrenado con un enorme conjunto de datos de más de 36 billones de tokens que abarcan 119 idiomas y dialectos, Qwen3 representa la creciente influencia de China en la carrera global de la IA.
La característica más distintiva de Qwen3 es su arquitectura de razonamiento híbrido, que permite a los modelos alternar entre un "modo de pensamiento" para tareas complejas como la programación y un "modo sin pensamiento" para respuestas más rápidas y de propósito general. El modelo insignia, Qwen3-235B-A22B, logra resultados competitivos frente a líderes del sector como o3-mini de OpenAI y Gemini 2.5 Pro de Google en evaluaciones comparativas de programación, matemáticas y capacidades generales.
Estos avances llegan en el contexto del informe AI Index 2025 de la Universidad de Stanford, que revela que, a pesar de las enormes inversiones en IA, la mayoría de las empresas que experimentaron aumentos de ingresos gracias a la IA reportaron incrementos inferiores al 5%. El informe también destaca que la IA aplicada a la ciencia y la medicina representa un mini-boom dentro del panorama general de la IA, con muchas empresas intentando convertir el poder predictivo y generativo de la IA en soluciones rentables para el descubrimiento de fármacos.
A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, prometen transformar industrias más allá de sus aplicaciones inmediatas, ofreciendo nuevas posibilidades para empresas globales y planteando importantes cuestiones sobre su implementación, regulación e impacto real.