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Líderes de la IA, divididos sobre el futuro de la tecnología mientras Altman adopta una postura intermedia

El CEO de OpenAI, Sam Altman, se ha posicionado tanto como defensor del avance de la inteligencia artificial como voz de cautela respecto a su desarrollo responsable. Aunque defiende la misión de OpenAI de crear una inteligencia artificial general (AGI) para el beneficio de la humanidad, reconoce que las estrategias de la empresa han evolucionado con el tiempo. Esta doble postura refleja una división más amplia entre los expertos en IA, con importantes diferencias de género en sus perspectivas: el 63% de los expertos masculinos creen que la IA tendrá un impacto positivo en la sociedad, frente al 36% de las expertas femeninas. A medida que la tecnología evoluciona rápidamente, las opiniones de los expertos siguen divididas entre el optimismo por la mejora de la productividad y la innovación, y la preocupación por la pérdida de empleo, los dilemas éticos y la concentración de poder en las grandes tecnológicas.
Líderes de la IA, divididos sobre el futuro de la tecnología mientras Altman adopta una postura intermedia

OpenAI ha experimentado un crecimiento sin precedentes, con el CEO Sam Altman revelando que la empresa ha alcanzado los 800 millones de usuarios activos semanales. "Nunca he visto un crecimiento así en ninguna empresa, ya sea en la que he estado involucrado o no", afirmó Altman durante una entrevista en TED 2025. "El crecimiento de ChatGPT... es realmente divertido. Me siento profundamente honrado. Pero es una locura vivirlo, y nuestros equipos están agotados y estresados".

Altman ha realizado afirmaciones cada vez más audaces sobre el futuro de la IA, escribiendo en una reciente entrada de blog: "Ahora estamos seguros de que sabemos cómo construir una AGI tal y como la hemos entendido tradicionalmente". Añadió que OpenAI está empezando a centrar su atención más allá de la AGI, hacia la superinteligencia. Este optimismo es compartido por otros líderes del sector, ya que tanto Altman como el CEO de Anthropic, Dario Amodei, predicen que la AGI podría llegar en 2025 o 2026. Amodei imagina miles o incluso millones de sistemas de IA hiper-capaces abordando tareas "en todos los campos del trabajo del conocimiento".

Sin embargo, existe una brecha significativa de percepción entre los expertos en IA y el público general. Mientras que el 76% de los expertos creen que la IA les beneficiará personalmente, solo el 24% del público comparte este optimismo, y un 43% espera que la IA les perjudique. De manera similar, el 73% de los expertos cree que la IA mejorará la forma en que las personas desempeñan su trabajo en los próximos 20 años, frente a solo el 23% del público.

Esta división se extiende al impacto social más amplio. Una encuesta reciente reveló que el 56% de los expertos en IA cree que la IA tendrá un impacto positivo en Estados Unidos en los próximos 20 años, mientras que solo el 17% del público general está de acuerdo. Curiosamente, ambos grupos comparten inquietudes sobre el papel de la IA en las elecciones y el periodismo. Solo el 11% de los expertos y el 9% del público creen que la IA tendrá un impacto positivo en las elecciones estadounidenses, mientras que el 61% de los expertos y el 50% del público esperan consecuencias negativas. De manera similar, pequeños porcentajes de expertos (18%) y del público (10%) creen que la IA beneficiará a los medios de comunicación.

El potencial de disrupción en el mercado laboral sigue siendo una preocupación clave. La IA ya está impactando el mercado de trabajo, provocando despidos y reducciones de plantilla. Los expertos advierten que podría producirse un desempleo masivo debido al auge de la IA si no se implementan políticas gubernamentales adecuadas y programas de recualificación profesional.

Para abordar estas preocupaciones, Altman ha subrayado que "democratizar los beneficios económicos comienza por poner estas herramientas en manos de las personas". Considera que la IA es "fundamentalmente una tecnología que impulsa la productividad", aunque reconoce que "la gran cuestión no es si aumentará el pastel económico, sino quién se llevará cada porción".

En este cruce de caminos tecnológico, la comunidad de la IA reconoce que la inteligencia artificial generativa, con su enorme potencial y sus profundas incógnitas, no puede ser desinventada. El camino a seguir requiere una supervisión vigilante, nuevos marcos regulatorios y un compromiso inquebrantable con innovaciones éticas y transparentes que estén alineadas con los valores humanos.

Source: Ts2

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