La esperada Conferencia Mundial de Desarrolladores de Apple, celebrada el 9 de junio, hizo poco por disipar las preocupaciones sobre la posición de la compañía en la carrera de la inteligencia artificial, ya que sus ejecutivos presentaron actualizaciones incrementales de IA en lugar de las funciones transformadoras que muchos esperaban.
La conferencia, que tuvo lugar en la sede de Apple en Cupertino, llegó un año después de que la compañía presentara Apple Intelligence con gran expectación. Sin embargo, los últimos doce meses han estado marcados por retrasos, reorganizaciones y funciones poco impresionantes, dejando a Apple por detrás de competidores como OpenAI, Google y Meta.
"En un momento en el que el mercado cuestiona la capacidad de Apple para liderar en el ámbito de la IA, las funciones anunciadas resultaron, como mucho, incrementales", afirmó Thomas Monteiro, analista sénior de Investing.com. "Parece que el tiempo corre cada día más deprisa para Apple".
En lugar de mostrar grandes avances en IA, Apple centró su atención en una renovación de diseño denominada "Liquid Glass" y abrió sus modelos de IA en el dispositivo a desarrolladores de terceros. La compañía también anunció funciones modestas como traducción en tiempo real para llamadas telefónicas y una nueva convención de nombres para sus sistemas operativos.
Destacó especialmente la ausencia de cualquier actualización relevante sobre las capacidades mejoradas de Siri prometidas el año pasado. Craig Federighi, vicepresidente sénior de ingeniería de software de Apple, reconoció brevemente que siguen trabajando para hacer que Siri sea "más personal", pero admitió que "este trabajo necesitaba más tiempo para alcanzar nuestro alto estándar de calidad".
La situación no podría ser más crítica para Apple. En una declaración judicial el mes pasado, el jefe de servicios de Apple, Eddy Cue, hizo la sorprendente confesión de que "puede que no necesites un iPhone dentro de 10 años", añadiendo que la IA representa un "enorme cambio tecnológico" que podría poner patas arriba a gigantes como Apple.
Esta amenaza existencial se ha visto amplificada por la colaboración del exjefe de diseño de Apple, Jony Ive, con OpenAI para desarrollar hardware de IA, lo que podría crear un competidor formidable para el iPhone.
Los desafíos de Apple en IA se deben en parte a su tardío reconocimiento de la importancia de la IA generativa. Según Bloomberg, el jefe de software Craig Federighi solo comprendió plenamente el potencial de la IA generativa tras el lanzamiento de ChatGPT a finales de 2022, lo que dejó a Apple luchando por ponerse al día.
A pesar de estos contratiempos, algunos analistas siguen siendo optimistas respecto a las perspectivas a largo plazo de Apple. "La carrera de la IA, por mucho que nos guste llamarla carrera, es una maratón cuyo ritmo cambia muy rápido", señaló Carolina Milanesi, analista tecnológica de Creative Strategies.
Mientras Apple trabaja para revitalizar su estrategia de IA, inversores y consumidores estarán muy atentos para ver si la compañía que revolucionó los smartphones puede mantener su relevancia en un mundo cada vez más impulsado por la inteligencia artificial.