Meta ha acordado pagar 14.800 millones de dólares por una participación del 49% en Scale AI, una de las principales empresas de datos de inteligencia artificial. Se trata de una de las mayores adquisiciones del gigante de las redes sociales desde la compra de WhatsApp en 2014.
Como parte del acuerdo anunciado en junio de 2025, el fundador y CEO de Scale AI, Alexandr Wang, dejará su puesto para incorporarse a Meta, donde liderará una nueva iniciativa de 'Superinteligencia'. Scale anunció que Wang dimitiría para convertirse en ejecutivo responsable de esta nueva unidad dentro del gigante tecnológico. Jason Droege, director de estrategia de Scale AI, ha sido ascendido a CEO para sustituir a Wang.
El movimiento demuestra la determinación de Zuckerberg de alcanzar a sus rivales en la carrera de la IA. "A medida que el ritmo del progreso de la IA se acelera, el desarrollo de la superinteligencia está cada vez más cerca", escribió Zuckerberg en una nota interna a la que tuvo acceso Bloomberg. Zuckerberg se ha mostrado cada vez más frustrado porque rivales como OpenAI parecen ir por delante tanto en modelos de IA subyacentes como en aplicaciones orientadas al consumidor. El lanzamiento por parte de Meta de sus modelos de IA Llama 4 en abril no fue bien recibido por los desarrolladores, lo que aumentó la frustración de Zuckerberg. La empresa tenía previsto lanzar un modelo aún mayor y más potente, denominado "Behemoth", pero aún no lo ha hecho público debido a dudas sobre sus capacidades en comparación con los modelos de la competencia.
La adquisición ha provocado importantes repercusiones en toda la industria. Google, uno de los mayores clientes de Scale AI, está rompiendo lazos con la startup de etiquetado de datos tras la inversión de Meta. Google tenía previsto pagar a Scale AI unos 200 millones de dólares en 2025 por datos de entrenamiento etiquetados por humanos para desarrollar modelos de IA como Gemini, su rival de ChatGPT. Ahora, busca proveedores alternativos para evitar una posible exposición de datos propietarios a Meta. OpenAI, otro gran cliente de Scale y rival de Meta, también ha comenzado a reducir su colaboración con Scale tras el acuerdo. OpenAI está eliminando progresivamente su trabajo con Scale AI y cortando la relación con el proveedor de datos, afirmando que ya estaba reduciendo su colaboración antes del anuncio de Meta.
Este éxodo demuestra que, en la frenética carrera por construir la IA más inteligente, el acceso a los mejores datos anotados por humanos se ha convertido en un cuello de botella estratégico crítico y ahora muy disputado. En términos básicos, la etiquetación de datos es la forma en que un modelo de IA aprende. Al principio, esto significaba dibujar cajas alrededor de imágenes de gatos. Pero a medida que los modelos se han vuelto más sofisticados, también lo han hecho los datos que necesitan. Ya no basta con alimentar a un gran modelo de lenguaje con todo Internet; para que sea realmente inteligente—para que razone, realice tareas complejas y no "alucine"—debe ser entrenado por expertos.
La trayectoria empresarial de Scale AI refleja la creciente demanda de infraestructuras de datos de alta calidad en la IA. Tras generar 870 millones de dólares en ingresos en 2024, la empresa espera que esa cifra se más que duplique hasta los 2.000 millones a finales de 2025. Su última valoración, de 29.000 millones de dólares, subraya la importancia que ha adquirido la infraestructura de datos en la cadena de valor de la IA. Las apuestas son enormes, con Meta planeando gastar hasta 65.000 millones de dólares solo este año en infraestructura de IA, construyendo enormes centros de datos para entrenar modelos cada vez más potentes.