La relación entre OpenAI y Microsoft, que en su día fue considerada un modelo de colaboración tecnológica, se ha deteriorado hasta el punto de que los ejecutivos de OpenAI están contemplando lo que internamente llaman la "opción nuclear": presentar denuncias antimonopolio contra su mayor inversor.
Según un informe publicado por The Wall Street Journal el 16 de junio, OpenAI está considerando solicitar una revisión regulatoria federal de su contrato con Microsoft por posibles violaciones de las leyes antimonopolio. La startup de IA también podría lanzar una campaña pública para destacar lo que considera comportamientos anticompetitivos de Microsoft en el marco de su asociación.
En el centro de la disputa se encuentra el deseo de OpenAI de reestructurarse como una corporación de beneficio público, lo que requiere la aprobación de Microsoft. Tras meses de negociaciones, ambas compañías siguen enfrentadas en varios puntos clave. OpenAI quiere que Microsoft acepte una participación del 33% en la nueva entidad reestructurada a cambio de renunciar a derechos sobre beneficios futuros. Además, el creador de ChatGPT busca modificar las cláusulas que otorgan a Microsoft derechos exclusivos para alojar los modelos de OpenAI en su nube Azure.
Estas tensiones reflejan la estrategia más amplia de OpenAI para reducir su dependencia de Microsoft mientras se prepara para una posible salida a bolsa en el futuro. Desde la inversión inicial de 1.000 millones de dólares por parte de Microsoft en 2019, OpenAI ha recibido más de 13.000 millones de dólares del gigante tecnológico. Sin embargo, la relación ha pasado de ser colaborativa a cada vez más competitiva, ya que ambas empresas desarrollan productos de IA para empresas.
En las proyecciones financieras compartidas con inversores en mayo, OpenAI indicó que planea reducir al menos a la mitad la parte de los ingresos que percibe Microsoft antes de que termine la década. La empresa también está explorando asociaciones con otros proveedores de servicios en la nube, como Google Cloud, para diversificar su infraestructura de computación.
A pesar del aumento de las tensiones, ambas compañías emitieron un comunicado conjunto en el que expresan su optimismo: "Las conversaciones continúan y somos optimistas respecto a que seguiremos construyendo juntos durante muchos años". Sin embargo, los observadores del sector señalan que el resultado de estas negociaciones podría redefinir el panorama de la IA, alterando potencialmente la forma en que se desarrollan y comercializan los modelos fundamentales de inteligencia artificial.