La ambiciosa apuesta de Tesla por la conducción autónoma se enfrenta a un importante desafío legal justo cuando la compañía se prepara para lanzar su esperado servicio de robotaxi en Austin, Texas.
The Dawn Project, un grupo defensor de la seguridad tecnológica liderado por Dan O'Dowd, CEO de Green Hills Software, ha presentado una demanda contra Tesla y su CEO, Elon Musk, alegando graves defectos de seguridad en la tecnología de conducción autónoma de la empresa. El momento es especialmente relevante, ya que la demanda llega pocos días antes del lanzamiento previsto del servicio de robotaxi de Tesla en Austin, el 22 de junio.
El 12 de junio, The Dawn Project, junto a Tesla Takedown y Resist Austin, realizó una demostración pública en el centro de Austin en la que aseguraron que la última versión del software Full Self-Driving de Tesla (versión 13.2.9) no se detiene ante peatones en determinadas situaciones. La demostración se centró especialmente en escenarios que implican autobuses escolares con luces intermitentes y señales de stop extendidas.
"Los habitantes de Austin no somos los conejillos de indias personales de Elon", declaró Nevin Kamath, organizador de Resist Austin, en un comunicado. "Nos horroriza que Musk haya elegido nuestra ciudad como plataforma de lanzamiento para esta tecnología peligrosa".
El lanzamiento del robotaxi de Tesla supone un momento clave para la compañía, ya que Musk ha apostado gran parte del futuro de Tesla a la tecnología de conducción autónoma. El despliegue inicial estará limitado a unos 10-20 vehículos que operarán en áreas geográficas restringidas de Austin que Tesla ha identificado como "las más seguras". Musk ha recalcado que la empresa está siendo "extremadamente paranoica con la seguridad" y que la fecha de lanzamiento podría modificarse si fuera necesario.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) también ha expresado su preocupación, solicitando información detallada sobre cómo funcionarán los vehículos autónomos de Tesla en diversas condiciones, incluyendo mal tiempo y visibilidad reducida. La agencia investiga desde octubre de 2024 colisiones relacionadas con los sistemas de asistencia al conductor de Tesla.
Texas ofrece un entorno especialmente favorable para las pruebas de vehículos autónomos de Tesla debido a sus mínimos requisitos regulatorios, en comparación con estados como California, donde las empresas deben obtener permisos y reportar datos exhaustivos de pruebas antes de desplegar vehículos sin conductor.
El resultado de esta demanda podría tener un impacto significativo no solo en las aspiraciones de Tesla en el ámbito de la conducción autónoma, sino también en la configuración del marco regulatorio para esta tecnología en todo Estados Unidos.