La inteligencia artificial ha entrado en lo que los expertos denominan la "era agentica", en la que los sistemas de IA pueden ejecutar de forma independiente secuencias complejas de tareas con una autonomía cada vez mayor, aunque siempre bajo supervisión humana.
El CEO de Google DeepMind, Demis Hassabis, habló recientemente sobre este cambio en el programa "60 Minutes", destacando los avances de la compañía hacia la inteligencia artificial general (AGI). "Somos optimistas respecto al potencial de la AGI y estamos colaborando con otros para garantizar que esta nueva tecnología se desarrolle de forma segura y responsable", afirmó Hassabis en la entrevista de mayo de 2025.
La transición de la experimentación a la implementación se está acelerando en todos los sectores. Según datos recientes, más del 70% de las organizaciones ya están obteniendo retorno de la inversión gracias a la implantación de IA generativa. Chris Young, vicepresidente ejecutivo de Microsoft, señala: "La IA ya está haciendo posible lo que antes parecía imposible, y en el último año hemos visto a un número significativo de personas y organizaciones pasar de la experimentación con IA a una adopción más significativa".
Uno de los grandes avances de esta primavera es la transición del Programa AI Metals del Pentágono al sector privado, con el objetivo de fomentar una adopción más amplia de tecnologías de IA en los procesos de fabricación y cadena de suministro dentro de la industria de defensa. Esto refleja una tendencia creciente de asociaciones entre defensa y tecnología, con empresas como Palantir y Anduril aprovechando datos militares clasificados para entrenar modelos de IA especializados.
En la investigación científica, la IA está logrando avances notables. El sistema de simulación de proteínas impulsado por IA de Microsoft, AI2BMD, está ayudando a los científicos a resolver problemas antes intratables en la ciencia biomolecular, lo que podría acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos. De manera similar, la red de satélites FireSat de Google utiliza ahora IA para detectar y rastrear incendios forestales tan pequeños como de 5x5 metros, demostrando el creciente papel de la IA en la lucha contra los desafíos climáticos.
El Índice de IA de Stanford 2025 revela dinámicas competitivas interesantes en el sector. Aunque Estados Unidos mantiene el liderazgo en la producción de modelos de IA destacados (40 en 2024, frente a los 15 de China), los modelos chinos están cerrando rápidamente la brecha en cuanto a rendimiento. En febrero de 2025, la diferencia entre los principales modelos estadounidenses y chinos en los principales benchmarks se había reducido al 1,70%, frente al 9,26% del año anterior.
A medida que estos sistemas se vuelven más capaces, el desarrollo responsable de la IA ha pasado a ocupar un lugar central. Las empresas están invirtiendo fuertemente en marcos de pruebas para detectar y abordar problemas como las alucinaciones (respuestas inexactas) y posibles vulnerabilidades de seguridad. "En 2025, gran parte de la conversación girará en torno a establecer los límites de lo que los agentes pueden y no pueden hacer, y a mantener siempre la supervisión humana", explica Ece Kamar, investigadora de IA en Microsoft.
Para los consumidores, estos avances se traducen en asistentes de IA más intuitivos, capaces de gestionar tareas cada vez más complejas. Copilot de Microsoft y Gemini de Google evolucionan para apoyar mejor a los usuarios a lo largo del día, desde resumir noticias hasta ayudar en proyectos creativos e investigaciones.