En un avance significativo para la tecnología robótica, ingenieros del Instituto de Tecnología de California (Caltech) han creado un robot transformable real que puede cambiar de forma mientras está en el aire, permitiendo transiciones fluidas entre operaciones aéreas y terrestres.
El innovador robot, denominado ATMO (morfobot transformable aéreo), supone un gran avance en la robótica multimodal. A diferencia de los robots convencionales que combinan vuelo y desplazamiento terrestre y que deben aterrizar antes de transformarse, ATMO puede reconfigurarse en pleno vuelo, lo que le permite sortear terrenos difíciles donde los robots tradicionales quedarían atascados.
"Diseñamos y construimos un nuevo sistema robótico inspirado en la naturaleza, en la forma en que los animales utilizan sus cuerpos de distintas maneras para lograr diferentes tipos de locomoción", explica Ioannis Mandralis, autor principal de la investigación publicada en Communications Engineering.
ATMO emplea cuatro propulsores para volar, con carcasas protectoras que se transforman ingeniosamente en ruedas para el desplazamiento terrestre. Todo el proceso de transformación depende de un único motor que mueve una articulación central, desplazando los propulsores entre las configuraciones de dron y de vehículo terrestre. Lo que hace especialmente destacable este sistema es su sofisticado algoritmo de control, capaz de gestionar las complejas fuerzas aerodinámicas que se producen durante la transformación.
Esta tecnología podría revolucionar aplicaciones que van desde la entrega de paquetes hasta operaciones de búsqueda y rescate, donde la capacidad de moverse por aire y tierra sin interrupciones proporciona una versatilidad sin precedentes.
En un desarrollo paralelo, investigadores de la Universidad de Osaka han diseñado un innovador sistema de insecto cíborg que puede desplazarse de forma autónoma sin cables, cirugía ni estimulación eléctrica. Su enfoque utiliza un pequeño casco de luz ultravioleta para guiar a las cucarachas, aprovechando su tendencia natural a evitar la luz intensa. Este método no invasivo preserva los órganos sensoriales del insecto y mantiene un control constante, superando las limitaciones de los cíborgs tradicionales que dependen de la estimulación eléctrica.
Estos avances ponen de manifiesto cómo la robótica impulsada por inteligencia artificial está evolucionando más allá de las aplicaciones de software, como los chatbots, hacia sistemas físicos capaces de navegar inteligentemente por entornos reales, manipular objetos y tomar decisiones razonadas basadas en la retroalimentación del entorno.