CIUDAD DEL VATICANO — El Papa Leo XIV lanzó una contundente advertencia sobre el impacto social de la inteligencia artificial durante la cumbre del Jubileo de Gobiernos celebrada el sábado, haciendo especial hincapié en la protección de los jóvenes ante posibles daños en su desarrollo.
Dirigiéndose a una audiencia que incluía a la primera ministra italiana Giorgia Meloni y delegaciones parlamentarias de 68 países, el Papa abordó un tema que ha planteado reiteradamente durante las primeras semanas de su pontificado. "En particular, no debe olvidarse que la inteligencia artificial funciona como una herramienta para el bien de los seres humanos, no para disminuirlos ni mucho menos para reemplazarlos", afirmó Leo durante el evento, que formó parte del Jubileo o Año Santo de la Iglesia Católica. Reconoció el potencial de la IA para acelerar el progreso científico y ayudar a las personas a delegar tareas rutinarias.
El pontífice describió la IA como un "producto excepcional del ingenio humano" que ha "abierto nuevos horizontes" en la atención médica y el descubrimiento científico, al tiempo que plantea "preguntas inquietantes" sobre sus posibles repercusiones en la relación de la humanidad con la verdad y la realidad. "Todos nosotros, estoy seguro, estamos preocupados por los niños y los jóvenes, y las posibles consecuencias del uso de la IA en su desarrollo intelectual y neurológico", enfatizó el Papa. "Nuestra juventud debe ser ayudada, y no obstaculizada, en su camino hacia la madurez y la verdadera responsabilidad".
El Papa Leo, quien asumió el pontificado en mayo tras el fallecimiento del Papa Francisco, señaló que la "memoria estática" de la IA no puede compararse con el poder "creativo y dinámico" de la memoria humana. "Nuestra vida personal tiene más valor que cualquier algoritmo, y las relaciones sociales requieren espacios de desarrollo que trascienden ampliamente los patrones limitados que cualquier máquina sin alma puede preconfigurar", afirmó.
En respuesta, la primera ministra Meloni declaró que atesoraría las enseñanzas del Papa, quien también abordó la desigualdad de la riqueza. "Italia continuará sus esfuerzos, tanto a nivel nacional como internacional, para garantizar que el desarrollo de la IA esté gobernado por los seres humanos y tenga como objetivo final el bienestar de las personas", dijo.
El Papa instó a los líderes políticos reunidos a promover el bien común, advirtiendo que la IA "sin duda será de gran ayuda para la sociedad, siempre que su uso no socave la identidad y la dignidad de la persona humana ni sus libertades fundamentales". Enfatizó que "la inteligencia artificial funciona como una herramienta para el bien de los seres humanos, no para disminuirlos, no para reemplazarlos".