La inteligencia artificial de Google se está consolidando como un aliado poderoso en la lucha contra el cáncer, con avances que podrían cambiar radicalmente la forma en que se detecta, diagnostica y trata esta enfermedad.
En un discurso profundamente personal durante el Congreso Anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) en Chicago, la presidenta y directora de inversiones de Google, Ruth Porat—ella misma superviviente de cáncer de mama en dos ocasiones—expuso cómo la investigación en IA de la compañía está mostrando un potencial extraordinario en oncología. "El objetivo final es ir más allá de hacer que el cáncer sea manejable, para lograr que sea prevenible y curable", subrayó Porat.
Google ha sido pionera en el desarrollo de modelos de aprendizaje profundo capaces de analizar láminas patológicas de gigapíxeles para identificar células cancerosas que podrían pasar desapercibidas al ojo humano. Estos sistemas de IA han demostrado ser capaces de detectar cáncer en ganglios linfáticos con mayor precisión y en la mitad de tiempo que los métodos tradicionales. Para los pacientes, esto podría traducirse en intervenciones más tempranas, cuando el tratamiento es más eficaz.
Los modelos de IA de la compañía también están resultando valiosos en el cribado del cáncer de mama. Las investigaciones han demostrado que la IA de Google para mamografías puede reducir tanto los falsos positivos como los falsos negativos en comparación con radiólogos expertos, lo que podría mejorar la precisión de los programas de cribado y reducir el estrés y los tiempos de espera de las pacientes.
Más allá de la detección, Google ha colaborado con ASCO para desarrollar el Asistente de Directrices de ASCO, una herramienta de IA que procesa al instante directrices terapéuticas de 80-90 páginas para ofrecer a los clínicos respuestas claras y estructuradas. Esta colaboración busca democratizar la atención sanitaria, proporcionando a los oncólogos de todo el mundo acceso a las recomendaciones más actualizadas y basadas en la evidencia.
El impacto también se extiende a los flujos de trabajo clínicos. La "IA agéntica" de Google está ayudando a los profesionales sanitarios a recuperar un tiempo valioso: los médicos están experimentando una mejora del 30% en la eficiencia de la documentación, mientras que las enfermeras liberan hasta un 40% de su tiempo en la elaboración de informes de alta, lo que permite dedicar más atención directa al paciente.
"La IA es una parte fundamental para democratizar la atención sanitaria, de modo que cualquier persona, en cualquier lugar, pueda acceder a los mejores conocimientos", señaló el Dr. Clifford Hudis, director ejecutivo de ASCO y antiguo oncólogo de Porat en el Memorial Sloan Kettering.
A medida que estas tecnologías continúan desarrollándose, Google hace hincapié en una implantación responsable, especialmente en lo relativo a la privacidad de los datos y la ciberseguridad en los entornos sanitarios. La visión de la compañía es clara: aprovechar el potencial de la IA para transformar el cáncer de un diagnóstico devastador a una condición manejable y, en última instancia, prevenible.