Dos años después del lanzamiento de ChatGPT, la búsqueda de aplicaciones rentables para la IA generativa ha encontrado un claro ganador: el desarrollo de software. Aunque muchos casos de uso de la IA siguen siendo especulativos, las herramientas de codificación han demostrado un valor inmediato, atrayendo inversiones sin precedentes y valoraciones astronómicas.
Cursor, desarrollado por la empresa Anysphere con sede en San Francisco, se ha consolidado como el gran éxito del sector. El editor de código potenciado por IA recaudó 900 millones de dólares en mayo de 2025, en una ronda liderada por Thrive Capital, Andreessen Horowitz y Accel, alcanzando una valoración de 9.000 millones. Esto supone un salto notable respecto a su valoración de 2.600 millones apenas cinco meses antes. Con solo 60 empleados, Cursor logró 100 millones de dólares en ingresos recurrentes en enero de 2025, menos de dos años después de su lanzamiento, y actualmente se estima que genera unos 300 millones anuales en ingresos recurrentes.
Mientras tanto, OpenAI ha acordado adquirir Windsurf (anteriormente Codeium) por aproximadamente 3.000 millones de dólares, lo que supone la mayor adquisición hasta la fecha del creador de ChatGPT. Windsurf, fundada en 2021, lanzó su producto de generación de código en noviembre de 2024 y rápidamente alcanzó los 50 millones en ingresos anualizados. La herramienta se ha hecho popular por su capacidad para traducir órdenes en inglés sencillo en código funcional, una práctica que algunos denominan "vibe coding", permitiendo que personas sin conocimientos de programación puedan crear software.
Estas startups prosperan a pesar de la competencia de grandes actores consolidados. GitHub Copilot de Microsoft, lanzado en 2021 y considerado el líder en generación de código, superó los 500 millones de dólares en ingresos el año pasado y cuenta con más de 15 millones de usuarios. Google, Microsoft y OpenAI anunciaron nuevos productos de generación de código en mayo de 2025, mientras que Anthropic también está desarrollando herramientas similares.
La adopción corporativa de herramientas de codificación con IA avanza a gran velocidad. El CEO de Google reveló que "más del 30%" del código de la compañía ya es generado por IA, mientras que el CEO de Microsoft afirmó que aproximadamente entre el 20% y el 30% de su código proviene de la inteligencia artificial. Amazon asegura haber ahorrado "el equivalente a 4.500 años de desarrollador" gracias a la asistencia de la IA en la codificación.
Sin embargo, persisten ciertos retos. La mayoría de las startups de codificación con IA operan con márgenes brutos negativos, ya que dependen de modelos fundacionales de empresas como OpenAI y Anthropic, lo que hace que sus costes por consulta sean elevados. A medida que la IA revoluciona el sector, muchos empleos —especialmente los puestos de codificación de nivel inicial que implican tareas repetitivas— podrían desaparecer, aunque los expertos insisten en que la inteligencia humana sigue siendo esencial en el ciclo de vida del desarrollo de software.