A medida que la población mundial envejece a un ritmo sin precedentes, innovadores robots impulsados por inteligencia artificial están interviniendo para afrontar el creciente desafío de la atención a personas mayores que amenaza los sistemas sanitarios de todo el mundo.
En Japón, donde casi el 30% de la población tiene ya 65 años o más, investigadores de la Universidad de Waseda han desarrollado AIREC (Robot impulsado por IA para el Abrazo y el Cuidado), un robot humanoide de 150 kg diseñado para realizar tareas esenciales de asistencia. El robot puede recolocar suavemente a los pacientes para prevenir úlceras por presión, ayudarles a vestirse, preparar comidas sencillas y colaborar en tareas domésticas como doblar la ropa.
"Dada nuestra sociedad altamente envejecida y la baja natalidad, necesitaremos el apoyo de los robots tanto en la atención médica y a personas mayores como en nuestra vida diaria", explica el profesor Shigeki Sugano, quien lidera el proyecto AIREC con financiación gubernamental. La sofisticada máquina cuenta con dedos sensibles a la presión, algoritmos avanzados de aprendizaje automático para cuidados personalizados y sistemas de reconocimiento emocional para detectar el estado de ánimo de los pacientes.
Mientras tanto, ingenieros del MIT han creado el Elderly Bodily Assistance Robot (E-BAR), centrado específicamente en el apoyo a la movilidad y la prevención de caídas. A diferencia de los dispositivos de asistencia tradicionales, E-BAR no requiere arneses ni componentes que se lleven puestos, sino que funciona como un conjunto de manillares robóticos que siguen al usuario desde atrás.
"A las personas mayores, en su mayoría, no les gusta llevar arneses ni dispositivos de asistencia", señala Roberto Bolli, diseñador de E-BAR en el MIT. "La idea detrás de la estructura de E-BAR es que proporciona soporte de peso corporal, asistencia activa en la marcha y prevención de caídas, además de dejar la parte frontal completamente libre".
La base con ruedas de E-BAR, de 100 kg, cuenta con una columna vertebral articulada formada por 18 barras enlazadas que se ajustan en tiempo real, e incorpora airbags que se inflan instantáneamente si se detecta una caída. El sistema ha conseguido asistir con éxito a voluntarios mayores en situaciones complejas, como agacharse, alcanzar objetos en altura o moverse por bañeras.
A pesar de su potencial, ambos robots siguen en fase de desarrollo. No se espera que AIREC esté listo para residencias hasta aproximadamente 2030, con un precio inicial de unos 67.000 dólares. E-BAR, por su parte, se opera actualmente por control remoto, aunque los investigadores trabajan en automatizar sus funciones y reducir su tamaño.
Se prevé que el mercado de robots asistenciales para el cuidado de mayores crezca de 3.170 millones de dólares en 2025 a 10.230 millones en 2035, impulsado por el envejecimiento de la población, la escasez de cuidadores y los avances en robótica basada en IA. A medida que estas tecnologías maduren, los expertos imaginan un futuro en el que robots y cuidadores humanos colaboren para ofrecer un apoyo integral a las personas mayores.
"Creo que el cuidado de mayores es el próximo gran reto", afirma Bolli. "Todas las tendencias demográficas apuntan a una escasez de cuidadores, un excedente de personas mayores y un fuerte deseo de que estas puedan envejecer en su propio hogar".