En un avance significativo para la robótica blanda, investigadores de la Universidad de Bristol han desarrollado un robot con inteligencia inspirada en los pulpos, capaz de decidir cómo moverse y agarrar objetos mediante la percepción de su entorno.
Publicado en Science Robotics el 15 de mayo de 2025, el estudio presenta un robot sencillo pero sofisticado que utiliza dinámica de fluidos en lugar de complejos sistemas electrónicos. Este sistema permite al robot agarrar objetos delicados, detectar si está en contacto con aire, agua o superficies rugosas, e incluso predecir fuerzas de tracción, todo ello sin requerir un ordenador central.
"Es fascinante cómo una simple ventosa, sin electrónica en su interior, puede sentir, pensar y actuar, igual que el brazo de un pulpo", explica el autor principal Tianqi Yue, quien previamente desarrolló una ventosa artificial que imita la capacidad de los pulpos para adherirse a las rocas.
La innovación funciona en dos niveles distintos. A nivel básico, la combinación del flujo de succión con circuitos fluidos locales permite al robot alcanzar una inteligencia incorporada de bajo nivel, como agarrar suavemente objetos delicados y adaptarse a elementos de formas desconocidas. A un nivel superior, descifrando las respuestas de presión de la ventosa, el robot logra una percepción sofisticada, incluyendo la clasificación del entorno y la detección de la rugosidad de las superficies.
Esta tecnología tiene numerosas aplicaciones potenciales en diferentes sectores. Podría revolucionar la recolección agrícola al recoger frutas con suavidad, mejorar la fabricación mediante la manipulación cuidadosa de objetos frágiles, anclar herramientas médicas dentro del cuerpo humano o crear juguetes interactivos y herramientas vestibles más seguras.
El equipo de investigación trabaja actualmente para hacer el sistema más pequeño y robusto para aplicaciones en el mundo real. También buscan combinarlo con materiales inteligentes e inteligencia artificial para mejorar su adaptabilidad en entornos complejos, lo que podría dar lugar a una nueva generación de robots más seguros, inteligentes y eficientes energéticamente que los diseños actuales.