El 22 de junio de 2025, el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la Ley de Gobernanza Responsable de la Inteligencia Artificial de Texas (TRAIGA), situando al estado a la vanguardia de la gobernanza de la IA en Estados Unidos. Esta legislación marca el capítulo final de un proyecto de ley que atrajo la atención nacional y que experimentó importantes cambios durante su tramitación parlamentaria.
Cuando se presentó en diciembre de 2024, el borrador original de TRAIGA proponía un amplio esquema regulatorio inspirado en la Ley de IA de Colorado y la Ley de IA de la UE, centrado en los sistemas de inteligencia artificial considerados "de alto riesgo". Sin embargo, en marzo de 2025, los legisladores de Texas presentaron una versión enmendada que redujo considerablemente el alcance del proyecto. Muchos de los requisitos más exigentes del borrador inicial—como la obligación de proteger a los consumidores de daños previsibles, realizar evaluaciones de impacto y revelar detalles de los sistemas de alto riesgo a los usuarios—fueron eliminados por completo o limitados únicamente a las entidades gubernamentales. Aun así, la versión promulgada incluye numerosas disposiciones que podrían afectar a las empresas que operan en Texas.
La ley establece límites claros para el desarrollo y despliegue de la IA. TRAIGA prohíbe el desarrollo y uso de sistemas de IA para ciertos fines, incluidos la manipulación conductual, la discriminación, la creación o distribución de pornografía infantil o deepfakes ilegales, y la vulneración de derechos constitucionales. En línea con la Orden Ejecutiva 14281, TRAIGA solo prohíbe los sistemas de IA desarrollados o utilizados "con la intención de discriminar ilegalmente a una clase protegida". El mero impacto desigual no basta para demostrar intención discriminatoria.
Los organismos estatales deberán informar de forma clara y visible a las personas cuando interactúen con un sistema de IA, independientemente de si la interacción resulta obvia. En el ámbito sanitario, los proveedores deberán informar a los pacientes o a sus representantes sobre el uso de IA antes o en el momento de la prestación del servicio, salvo en casos de emergencia, en los que la notificación deberá realizarse tan pronto como sea razonablemente posible.
Una de las principales novedades de TRAIGA es su programa de entorno regulatorio de pruebas (sandbox). El Departamento de Recursos Informáticos de Texas, en consulta con el Consejo de Inteligencia Artificial de Texas, creará un programa que proporcionará a los participantes protección legal y acceso limitado al mercado para probar sistemas innovadores de IA sin necesidad de licencia, registro u otra autorización regulatoria. El programa está diseñado para fomentar el uso seguro e innovador de la IA en diversos sectores, equilibrando la protección del consumidor, la privacidad y la seguridad pública.
TRAIGA también establece el Consejo Asesor de Inteligencia Artificial de Texas, compuesto por siete miembros cualificados nombrados por el gobernador, el vicegobernador y el presidente de la Cámara de Representantes. El Consejo se encargará de organizar programas de formación en IA para organismos estatales y gobiernos locales, y podrá emitir informes sobre temas relacionados con la IA como privacidad y seguridad de los datos, ética de la IA y riesgos legales y de cumplimiento, con el objetivo de orientar al legislativo de Texas en políticas eficaces. Sin embargo, el Consejo tiene expresamente prohibido promulgar normas o reglamentos vinculantes por sí mismo.
Dada la dimensión de Texas, su entorno favorable a los negocios y la concentración de empresas tecnológicas en el estado, la ley tendrá un impacto nacional relevante en el desarrollo y despliegue de sistemas de IA y en la regulación y legislación asociadas. Además, la norma proporciona al Fiscal General de Texas, Ken Paxton, una nueva herramienta en sus recientes esfuerzos para reforzar la privacidad y la protección del consumidor, también frente a sistemas de IA.