La empresa china de robótica MagicLab está a la vanguardia de una revolución en la manufactura, tras haber desplegado con éxito robots humanoides impulsados por IA en líneas de producción para tareas como inspección de calidad, manejo de materiales y ensamblaje de precisión.
La compañía ha integrado sus humanoides MagicBot con sofisticados modelos de IA de las principales firmas tecnológicas chinas. "Estos avances sientan las bases para que en 2025 nos enfoquemos en aplicaciones en el mundo real", afirmó el CEO Wu Changzheng. "DeepSeek ha sido de gran ayuda en el razonamiento y la comprensión de tareas, contribuyendo al desarrollo de los 'cerebros' de nuestros robots". La integración también incluye los modelos Qwen de Alibaba y Doubao de ByteDance, creando un poderoso ecosistema de IA.
La ventaja de China en este sector va más allá del software, abarcando también el dominio del hardware. Según analistas y expertos de la industria, el país produce hasta el 90% de los componentes de robots humanoides. Esta capacidad manufacturera ha permitido que startups chinas ofrezcan robots humanoides por tan solo 88,000 yuanes (12,178 dólares), superando ampliamente a los competidores internacionales en precio.
El MagicBot cuenta con 42 grados de libertad en todo su cuerpo, con brazos capaces de levantar 20 kilogramos cada uno y una capacidad total de carga de 40 kilogramos. Construido con materiales de alta resistencia y bajo peso, puede operar de manera continua hasta por 5 horas, lo que lo hace adecuado para aplicaciones industriales.
El gobierno chino ha convertido la robótica humanoide en una prioridad nacional. El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información ha delineado planes para producir humanoides en masa para 2025 y establecerlos como motor clave del crecimiento económico para 2027. En el último año se han destinado más de 20 mil millones de dólares al sector, y Pekín ha creado un fondo de un billón de yuanes (137 mil millones de dólares) para apoyar a startups de IA y robótica.
El despliegue exitoso de estos robots en fábricas ayudaría a China a enfrentar desafíos urgentes como las tensiones comerciales con Estados Unidos, el descenso poblacional y la desaceleración del crecimiento económico. A medida que MagicLab y otras empresas chinas continúan avanzando en la tecnología humanoide, la transición de robots de demostración a trabajadores productivos y autoaprendientes podría revolucionar la manufactura global.