Las ballenas jorobadas, una de las criaturas más majestuosas del océano, realizan algunas de las migraciones más largas de cualquier mamífero en la Tierra, recorriendo miles de kilómetros entre aguas tropicales de reproducción y zonas de alimentación más frías. Con un peso de hasta 40 toneladas y una longitud de 18 metros, estos gigantes han sido históricamente difíciles de monitorizar a lo largo de las vastas extensiones oceánicas… hasta ahora.
El avance llega de la mano de plataformas como Happywhale, que emplea sofisticados algoritmos de IA para identificar individualmente a las ballenas a partir de fotografías de sus aletas caudales. "En el Pacífico Norte, hemos identificado prácticamente a todas las ballenas vivas", explica Ted Cheeseman, fundador de Happywhale. El sistema procesa imágenes enviadas tanto por investigadores profesionales como por científicos ciudadanos, cotejándolas al instante con una amplia base de datos de ejemplares previamente documentados.
Este enfoque colaborativo ha demostrado ser extraordinariamente eficaz. La base de datos cuenta ya con cerca de 800.000 fotografías que identifican a más de 100.000 ballenas individuales en todo el mundo. La tecnología ya ha revelado tendencias preocupantes, como un descenso del 20% en la población de jorobadas del Pacífico Norte entre 2012 y 2021, coincidiendo con una grave ola de calor marina que alteró las cadenas alimentarias.
La precisión y eficiencia del sistema de IA han transformado la investigación sobre ballenas. Lo que antes requería años de análisis manual, ahora puede lograrse en cuestión de semanas. "Contar con un algoritmo así acelera drásticamente el proceso de recopilación de información", señalan investigadores que han utilizado la tecnología para analizar más de 200.000 fotografías de ballenas tomadas en más de dos décadas.
Más allá del seguimiento poblacional, la tecnología proporciona datos cruciales sobre cómo las ballenas responden a los crecientes desafíos medioambientales. A medida que el cambio climático se intensifica, el calentamiento de los mares, los choques con embarcaciones y los enredos con artes de pesca suponen amenazas cada vez mayores para estos mamíferos marinos. El sistema de seguimiento con IA ofrece una resolución sin precedentes para la investigación científica, permitiendo a los conservacionistas implementar estrategias de protección más eficaces basadas en datos en tiempo real sobre los movimientos y comportamientos de las ballenas.
El éxito de este enfoque ha inspirado aplicaciones similares de IA para otras especies marinas, demostrando cómo la inteligencia artificial puede ser una poderosa aliada en los esfuerzos de conservación de la vida silvestre en todo el mundo.