Huawei Technologies ha realizado una declaración audaz en la carrera global por la inteligencia artificial al presentar su sistema de computación de IA CloudMatrix 384 en la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (WAIC) en Shanghái el 26 de julio. La última propuesta del gigante tecnológico chino representa un desafío directo al dominio del fabricante estadounidense de chips Nvidia en el mercado de hardware de IA.
El CloudMatrix 384, denominado oficialmente Atlas 900 A3 SuperPoD, es un sistema integrado de gran envergadura construido en torno a 384 procesadores Ascend 910C de Huawei dispuestos en una topología totalmente conectada. El sistema puede ofrecer hasta 300 petaflops de potencia de cálculo BF16, aproximadamente el doble que el sistema GB200 NVL72 de Nvidia. Además, presume de una capacidad de memoria 3,6 veces mayor y un ancho de banda 2,1 veces superior al de su rival estadounidense.
Distribuido en 16 racks —12 racks de computación con 32 aceleradores cada uno y cuatro racks de red—, el CloudMatrix se apoya íntegramente en enlaces ópticos para todas las comunicaciones internas. Incorpora 6.912 transceptores ópticos LPO de 800G, lo que permite un ancho de banda de comunicación agregado extremadamente alto, manteniendo capacidades de tolerancia a fallos y escalabilidad.
Este logro es especialmente relevante en el contexto de las crecientes tensiones tecnológicas entre Estados Unidos y China. La presentación del sistema en la WAIC 2025 supone un paso crucial en el impulso de China hacia la autosuficiencia tecnológica, representando un desafío directo al prolongado dominio de Nvidia en la región y señalando una nueva fase en la guerra global de los chips.
Sin embargo, el enfoque de Huawei implica ciertos sacrificios. Si bien el CloudMatrix 384 supera a las soluciones de Nvidia en potencia bruta de cálculo, lo hace a costa de la eficiencia, consumiendo aproximadamente cuatro veces más energía que el GB200 NVL72 de Nvidia —559 kW frente a 145 kW—, lo que lo hace alrededor de 2,3 veces menos eficiente. Técnicamente, el sistema dista mucho de ser eficiente o modular en el sentido occidental, pero su rendimiento bruto es sin duda competitivo, siempre que el consumo energético y los costes de adquisición sean secundarios. El objetivo es claro: en un mercado donde las sanciones estadounidenses dificultan o imposibilitan el acceso a las GPU de Nvidia, Huawei está asegurando la base nacional de computación de China para aplicaciones de IA.
El lanzamiento demuestra cómo los sectores de semiconductores e inteligencia artificial de China siguen mostrando un fuerte crecimiento a pesar de los controles de exportación estadounidenses. Los objetivos de Huawei para 2025 marcan un paso decisivo en la autosuficiencia china en chips de IA. Con rendimientos de producción comercialmente viables y una producción prevista significativa, el Ascend 910C ha dejado de ser un producto de nicho para convertirse en una alternativa creíble a Nvidia. Aunque persisten diferencias de rendimiento, las fuerzas geopolíticas están acelerando su adopción, reduciendo el dominio de Nvidia y remodelando la infraestructura global de IA.
A medida que se intensifica la carrera global por la IA, el CloudMatrix 384 de Huawei representa no solo un logro tecnológico, sino también un símbolo de la determinación de China por controlar su destino en IA en un panorama tecnológico cada vez más fragmentado.