Microsoft anunció el miércoles que despedirá a aproximadamente 9.000 empleados en todo el mundo, lo que afectará a cerca del 4% de su plantilla global en varios equipos, regiones y niveles de experiencia. Se trata del mayor recorte de personal de Microsoft desde 2023 y supone la segunda gran oleada de despidos en 2025, tras la eliminación de unos 6.000 puestos en mayo.
El momento es estratégico, ya que coincide con el inicio del ejercicio fiscal 2026 de Microsoft, mientras la compañía sigue implementando cambios organizativos para agilizar sus operaciones. "Seguimos llevando a cabo los cambios organizativos necesarios para posicionar mejor a la empresa y a los equipos en un mercado dinámico", confirmó un portavoz de Microsoft.
Estos recortes de plantilla se producen mientras Microsoft mantiene su ambicioso compromiso de gasto de capital de 80.000 millones de dólares para el ejercicio fiscal 2025, centrado principalmente en el desarrollo de infraestructuras de IA. La compañía apunta a las capas de gestión intermedias entre los empleados de base y los altos directivos, con el objetivo de crear una estructura organizativa más plana y con menos mandos intermedios.
La presión financiera que impulsa estos recortes es evidente en los últimos indicadores de rendimiento de Microsoft. Los crecientes costes asociados a la expansión de la infraestructura de IA han empezado a afectar a los márgenes de la compañía, y se espera que el margen de la nube en el trimestre de junio se reduzca en comparación con 2024. Esto genera una tensión entre las ambiciones de crecimiento de Microsoft en IA y la necesidad de controlar los costes.
El enfoque de Microsoft refleja acciones similares en todo el sector tecnológico. Meta anunció a principios de año planes para recortar aproximadamente al 5% de sus "empleados con menor rendimiento", mientras que Google ha despedido a cientos de trabajadores. Amazon también ha reducido personal en varios segmentos de negocio. Analistas del sector sugieren que estos ajustes de plantilla reflejan un cambio fundamental, ya que las empresas reasignan recursos al desarrollo de IA mientras optimizan sus operaciones existentes.
La división de videojuegos tampoco se ha librado, y el responsable de Xbox, Phil Spencer, ha reconocido el impacto en su equipo a través de un comunicado interno. A pesar de los recortes, Microsoft sigue posicionándose como líder en la carrera por la IA, con el CEO Satya Nadella describiendo a la compañía como una "fábrica de destilación" de inteligencia artificial, transformando grandes modelos en aplicaciones especializadas y orientadas a tareas concretas en toda su cartera de productos.