El panorama de la inteligencia artificial ha evolucionado drásticamente desde el auge inicial de la IA generativa en 2022-2023. Mientras que los grandes modelos de lenguaje como GPT-4.5 y Claude 3.5 continúan avanzando, la atención se ha desplazado hacia los agentes autónomos de IA: sistemas capaces de realizar tareas complejas de manera independiente y con mínima intervención humana.
A diferencia de los chatbots tradicionales que solo responden a indicaciones, los agentes de IA actuales pueden razonar sobre problemas, desarrollar planes de acción y ejecutar flujos de trabajo de varios pasos en distintas plataformas. "La verdadera definición de un agente de IA es una entidad inteligente con capacidades de razonamiento y planificación que puede actuar de forma autónoma", explica Maryam Ashoori, Directora de Gestión de Producto en IBM watsonx.ai.
Este cambio hacia la IA agentiva está cobrando un impulso tremendo. Según una encuesta reciente de IBM y Morning Consult, el 99% de los desarrolladores empresariales ya están explorando o desarrollando agentes de IA. Microsoft informa que empleados de casi el 70% de las empresas Fortune 500 ya utilizan asistentes de IA como Microsoft 365 Copilot para tareas que van desde la gestión de correos electrónicos hasta la toma de notas en reuniones.
Las aplicaciones prácticas se están expandiendo rápidamente. En el servicio al cliente, los agentes de IA ahora pueden gestionar flujos de trabajo completos: desde conversar con los clientes hasta procesar pagos, verificar fraudes y completar acciones de envío. Para los trabajadores del conocimiento, los agentes ayudan a priorizar información, resumir contenidos y ejecutar tareas rutinarias, lo que podría aumentar la productividad entre un 30% y 50%, según algunos estudios.
Sin embargo, los expertos advierten que la autonomía total sigue siendo una aspiración. "En 2025, gran parte de la conversación girará en torno a definir los límites de lo que los agentes pueden y no pueden hacer, y a mantener siempre la supervisión humana", señala Ece Kamar, del laboratorio AI Frontiers de Microsoft. Las implementaciones más exitosas actualmente se centran en procesos internos con impacto financiero limitado, como el soporte de TI o la programación de vacaciones.
La tecnología está siendo impulsada por importantes avances en las capacidades de razonamiento de los modelos de IA. El Índice de IA 2025 de la Universidad de Stanford destaca cómo los modelos actuales han "saturado" una prueba tras otra, logrando resolver problemas complejos mediante razonamientos lógicos y de varios pasos, similares al pensamiento humano. Estas capacidades se ven potenciadas por una mejor memoria, comprensión contextual y la habilidad de procesar datos multimodales en texto, imágenes y video.
Para los consumidores, esto significa contar con compañeros de IA que simplifican la vida diaria al gestionar la sobrecarga de información, brindar recomendaciones personalizadas y encargarse de tareas rutinarias. Por ejemplo, Copilot Daily de Microsoft ahora inicia el día de los usuarios con resúmenes personalizados de noticias y clima, entregados en una voz familiar.
A medida que avanzamos en 2025, la línea entre la tecnología experimental y la herramienta práctica continúa difuminándose. Aunque persisten desafíos en seguridad, confiabilidad y supervisión humana adecuada, los agentes de IA se están convirtiendo rápidamente en una parte integral tanto del entorno laboral como del hogar, transformando la manera en que interactuamos con la tecnología y entre nosotros.