La disputa sobre quién debe regular la inteligencia artificial ha llegado a un punto crítico, ya que autoridades federales y estatales chocan por la jurisdicción y el enfoque a seguir.
El 6 de junio de 2025, el Senado presentó su versión del 'Gran y Hermoso Proyecto de Ley' del presidente Trump, que impondría una moratoria de diez años a las regulaciones estatales y locales sobre IA a cambio de fondos federales para banda ancha. Esta disposición, altamente polémica, ha generado un intenso debate, con críticos que argumentan que socava las protecciones al consumidor que los estados ya están desarrollando.
"Las preocupaciones por los residentes y el medio ambiente parecen quedar opacadas por el poder e influencia que tienen estos desarrolladores", señaló un funcionario estatal que se opone a la moratoria federal. Con la versión del Senado ahora sobre la mesa, el destino de la regulación de la IA podría decidirse en las próximas semanas mientras ambas cámaras buscan reconciliar sus diferencias.
El momento es especialmente relevante, ya que los estados han avanzado rápidamente en sus propios marcos de gobernanza para la IA. Apenas unos días antes, el 2 de junio, la legislatura de Texas aprobó la Ley de Gobernanza Responsable de la IA de Texas, que entraría en vigor en enero de 2026 si es firmada por el gobernador. Esto convertiría a Texas en el cuarto estado, después de Colorado, Utah y California, en promulgar una legislación específica sobre IA.
Legisladores estatales de todo el país han presentado cientos de proyectos de ley relacionados con IA en 2025, enfocándose en la protección al consumidor, regulación de chatbots, transparencia en IA generativa y seguridad de modelos de frontera. La Ley de IA de Colorado se ha convertido en un modelo para muchos estados, exigiendo a los desarrolladores mitigar la discriminación algorítmica y a los implementadores realizar evaluaciones de riesgo para sistemas de IA de alto riesgo.
La propuesta federal amenaza con frenar este impulso estatal justo cuando los sistemas de IA se integran cada vez más en la vida cotidiana. Expertos en privacidad señalan que 2025 ya ha visto avances significativos en la gobernanza de la IA, con la Ley de IA de la Unión Europea estableciendo estándares globales de transparencia, detección de sesgos y supervisión humana en sistemas de IA de alto riesgo.
A medida que los asistentes virtuales y chatbots se vuelven más sofisticados, las preocupaciones sobre la privacidad de los datos se han intensificado. Estudios recientes muestran que solo el 27% de las organizaciones revisan todo el contenido generado por IA antes de su uso, lo que resalta la urgente necesidad de una supervisión robusta. El choque entre la desregulación federal y las protecciones estatales probablemente definirá el futuro de la gobernanza de la IA en Estados Unidos.