En una inusual muestra de cooperación bipartidista, legisladores de la Cámara de Representantes presentaron el 15 de mayo la Ley de Seguridad de Chips, dirigida a frenar el flujo de chips avanzados de IA estadounidenses hacia China a través de redes de contrabando y vacíos regulatorios.
La legislación, encabezada por el presidente del Comité Selecto sobre China, John Moolenaar (republicano por Michigan), y el miembro de mayor rango, Raja Krishnamoorthi (demócrata por Illinois), junto con otros seis representantes de ambos partidos, responde a crecientes evidencias de que entidades chinas han estado evadiendo las restricciones de exportación estadounidenses impuestas desde 2022.
"Durante demasiado tiempo, el Partido Comunista Chino ha explotado debilidades en nuestro sistema de aplicación de controles de exportación—utilizando empresas fantasma y redes de contrabando para desviar tecnología sensible de EE.UU. que ayuda a impulsar su avance militar y ampliar sus capacidades de vigilancia", señaló el presidente Moolenaar en un comunicado.
El proyecto de ley establece tres mecanismos clave de cumplimiento: tecnología de verificación de ubicación en tiempo real integrada en chips avanzados para rastrear su paradero; requisitos obligatorios para que los fabricantes de chips informen a las autoridades sobre transacciones sospechosas o intentos de desvío; y salvaguardas mejoradas desarrolladas por el Departamento de Comercio, como cifrado y diseños a prueba de manipulación.
Esta iniciativa en la Cámara complementa una legislación similar presentada en el Senado por Tom Cotton (republicano por Arkansas) el 8 de mayo, que también exige sistemas de rastreo de ubicación en chips de IA sujetos a control de exportación. La tecnología se basaría en que los chips se comuniquen con servidores seguros para verificar su ubicación mediante los tiempos de transmisión de señal.
La legislación responde directamente a desarrollos recientes en el panorama de la IA en China. En enero de 2025, la empresa china de IA DeepSeek lanzó un modelo que rivaliza con las ofertas occidentales a pesar de los controles de exportación, supuestamente al acumular chips de Nvidia antes de que se endurecieran las restricciones y desarrollar técnicas innovadoras para maximizar el rendimiento con recursos computacionales limitados. De manera similar, Huawei ha producido chips avanzados de IA mediante manufactura nacional y empresas fantasma que eluden las restricciones estadounidenses.
Aunque la iniciativa cuenta con amplio apoyo, persisten dudas sobre su viabilidad tecnológica y el posible impacto en los mercados globales legítimos de chips. Expertos de la industria señalan que implementar sistemas de rastreo robustos sin comprometer el rendimiento de los chips representa desafíos de ingeniería significativos, y algunos advierten sobre posibles consecuencias no deseadas para la competitividad de EE.UU. en los mercados globales.