En un giro inesperado que redefine la dinámica competitiva en el sector de la inteligencia artificial, OpenAI ha firmado un acuerdo para utilizar la capacidad de cómputo de Google Cloud en el entrenamiento y operación de sus modelos de IA, a pesar de que Google es uno de sus principales rivales en este campo.
El acuerdo, finalizado en mayo tras meses de negociaciones, representa el esfuerzo más reciente de OpenAI por diversificar sus fuentes de cómputo más allá de Microsoft Azure. Hasta enero de 2025, Microsoft había sido el proveedor exclusivo de nube de OpenAI desde el inicio de su alianza en 2019. Sin embargo, esa exclusividad terminó cuando el papel de Microsoft pasó a ser el de tener un “derecho de preferencia” sobre nueva capacidad, permitiendo así a OpenAI buscar proveedores adicionales cuando sea necesario.
Esta alianza llega en un momento crucial para OpenAI, que recientemente anunció que sus ingresos anualizados alcanzaron los 10 mil millones de dólares en junio de 2025, casi el doble de los 5.5 mil millones reportados en diciembre de 2024. La empresa tiene como objetivo alcanzar 12.7 mil millones de dólares en ingresos para 2025 y una ambiciosa meta de 125 mil millones para 2029. Sin embargo, estas proyecciones de crecimiento requieren una infraestructura de cómputo masiva: se informa que OpenAI perdió alrededor de 5 mil millones de dólares el año pasado, principalmente debido a los costos de infraestructura.
Para Google Cloud, asegurar a OpenAI como cliente representa una victoria significativa. Google proporcionará capacidad de cómputo adicional a la infraestructura existente de OpenAI, probablemente aprovechando sus avanzadas Unidades de Procesamiento Tensorial (TPU), que antes estaban reservadas para uso interno. Google Cloud generó 43 mil millones de dólares en ventas en 2024, representando el 12% de los ingresos de Alphabet, y se ha posicionado como un proveedor neutral de recursos de cómputo para startups de IA.
La colaboración subraya cómo las enormes demandas de cómputo de la IA moderna están transformando las relaciones competitivas en la industria tecnológica. A pesar de que ChatGPT representa una amenaza significativa para el negocio de búsqueda de Google y de que DeepMind compite directamente con OpenAI en el desarrollo de modelos, ambas empresas reconocen los beneficios prácticos de este acuerdo.
OpenAI ha estado expandiendo agresivamente su capacidad de cómputo a través de múltiples canales. A principios de este año, se asoció con SoftBank y Oracle en el programa de infraestructura Stargate, valorado en 500 mil millones de dólares, y firmó acuerdos por miles de millones con CoreWeave. La empresa también está desarrollando su propio chip para reducir la dependencia de proveedores externos de hardware. Con 500 millones de usuarios activos semanales y 3 millones de clientes empresariales de pago, las necesidades de infraestructura de OpenAI seguirán creciendo a medida que avanza en sus ambiciosos planes de expansión.