Samsung Electronics registró su peor desempeño trimestral desde 2023, con utilidades operativas en el segundo trimestre de 2025 que se desplomaron un 56% interanual hasta ₩4.6 billones (3,360 millones de dólares), muy por debajo de las estimaciones de los analistas de ₩6.2 billones. Los decepcionantes resultados ponen de manifiesto las dificultades continuas de Samsung en el competitivo mercado de chips de IA.
El mayor fabricante de chips de memoria del mundo atribuyó la caída de ganancias a varios factores, incluyendo ajustes en el valor de inventarios y el impacto de las restricciones estadounidenses a la exportación de chips de IA avanzados hacia China. Sin embargo, analistas de la industria señalan un problema más fundamental: la certificación retrasada de Samsung para sus chips de memoria HBM3E de 12 capas por parte de Nvidia, el diseñador de chips de IA dominante.
La memoria de alto ancho de banda (HBM) se ha convertido en infraestructura crítica para la computación de IA, con un mercado global proyectado en 21,000 millones de dólares para 2025 y un crecimiento anual del 70%. Aunque Samsung dominaba antes el sector de chips de memoria, ahora va detrás de SK Hynix, que controla aproximadamente el 60% de la cadena de suministro de HBM para Nvidia. El proceso de certificación de Samsung para sus chips HBM3E avanzados se ha pospuesto hasta septiembre de 2025, lo que genera un retraso de 18 a 24 meses respecto a sus competidores.
A pesar de estos contratiempos, Samsung está buscando estrategias alternativas, incluyendo el suministro de chips HBM3E a AMD para sus aceleradores de IA MI350X desde junio de 2024. La empresa también ha prometido que su memoria HBM3E obtendrá la certificación en la segunda mitad del año, con envíos completos a clientes principales a partir de entonces.
La industria de semiconductores en general enfrenta una posible volatilidad, con algunos analistas pronosticando una moderación en las inversiones en IA, ya que los proveedores de nube a hiperescala pausan temporalmente sus esfuerzos de expansión. Esto coincide con preocupaciones más amplias sobre una posible burbuja de chips de IA, donde las ventas masivas en 2024-2025 podrían ser seguidas por una menor demanda si los casos de uso empresarial de IA no se materializan a la escala anticipada.
Para Samsung, el camino a seguir implica diversificarse más allá de Nvidia, acelerar el desarrollo de los chips HBM4 de próxima generación con producción masiva prevista para finales de 2025, y mejorar los rendimientos de fabricación para recuperar la ventaja competitiva en el dinámico panorama del hardware de IA.