La administración del presidente Trump ha lanzado un ambicioso Plan de Acción de IA que está preparado para acelerar significativamente el crecimiento de centros de datos en el centro de Texas, con posibles implicaciones ambientales de gran alcance.
El plan, presentado el 23 de julio de 2025, describe una estrategia integral para mantener el dominio estadounidense en inteligencia artificial a través de tres pilares clave: acelerar la innovación, construir infraestructura de IA y promover la diplomacia y seguridad internacional. Identifica más de 90 acciones de política federal que la administración implementará en las próximas semanas y meses.
En el centro de la iniciativa se encuentra una orden ejecutiva titulada "Aceleración de Permisos Federales para Infraestructura de Centros de Datos", que busca facilitar una rápida construcción al aliviar las cargas regulatorias federales y utilizar terrenos de propiedad federal para el desarrollo de centros de datos. La orden específicamente requiere que las agencias federales identifiquen exclusiones categóricas bajo la Ley Nacional de Política Ambiental y ordena a la Agencia de Protección Ambiental agilizar los permisos modificando regulaciones bajo la Ley de Aire Limpio, Ley de Agua Limpia y otras leyes ambientales.
Texas se ha convertido en un punto focal para esta expansión, con Microsoft y OpenAI ya construyendo un enorme centro de datos del Proyecto Stargate en Abilene, donde se espera invertir aproximadamente 100 mil millones de dólares de inmediato. Cuando esté en funcionamiento, esta instalación utilizará suficiente energía para abastecer a 750,000 hogares y contará con su propia planta de energía de gas natural.
Sin embargo, expertos ambientales han expresado preocupaciones significativas sobre el impacto del plan. En ciudades como Kyle, Pflugerville y Round Rock, grupos comunitarios han cuestionado los incentivos fiscales otorgados a instalaciones que consumen más agua de la que generan en empleos, así como la construcción de nuevos campus sin planes claros de agua a largo plazo. Según un informe del Centro Avanzado de Investigación de Houston (HARC), los centros de datos en Texas consumirán 49 mil millones de galones de agua en 2025, cifra que podría aumentar a 399 mil millones de galones para 2030, lo que representaría el 6.6% del uso total de agua del estado.
El enfoque de la administración ha recibido críticas de defensores ambientales que argumentan que el plan de acción allana el camino para una mayor dependencia de infraestructura de combustibles fósiles para alimentar almacenes de supercomputadoras de alto consumo energético sin consultar adecuadamente a las comunidades locales sobre sus preocupaciones. Especialmente preocupante para los ambientalistas es la propuesta de un permiso nacional bajo la Ley de Agua Limpia que permitiría construir centros de datos sin notificar al público sobre los impactos en los sistemas de agua locales, así como la disponibilidad de tierras federales para estos centros y el establecimiento de nuevas exclusiones de los requisitos de revisión ambiental.
A medida que Texas continúa atrayendo a gigantes de la IA a pesar de las limitaciones de recursos, la tensión entre el avance tecnológico y la sostenibilidad ambiental sigue siendo un desafío crítico para las comunidades en todo el estado.