Científicos de Harvard han logrado un avance significativo en la computación cuántica al desarrollar metasuperficies que podrían transformar la forma en que se procesa y transmite la información cuántica.
El equipo de investigación de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard, liderado por el profesor Federico Capasso, ha creado metasuperficies especialmente diseñadas—dispositivos planos grabados con patrones a nanoescala que manipulan la luz—que funcionan como reemplazos ultradelgados de los voluminosos sistemas ópticos cuánticos. Sus hallazgos fueron publicados en Science el 24 de julio de 2025, en un artículo titulado "Metasurface quantum graphs for generalized Hong-Ou-Mandel interference".
"Estamos introduciendo una gran ventaja tecnológica para resolver el problema de la escalabilidad", explica el estudiante de posgrado Kerolos M.A. Yousef, primer autor del artículo. "Ahora podemos miniaturizar todo un sistema óptico en una sola metasuperficie que es muy estable y robusta".
Los sistemas fotónicos cuánticos convencionales dependen de redes complejas de lentes, espejos y divisores de haz para manipular fotones y crear los estados entrelazados necesarios para la computación cuántica. Estos sistemas se vuelven cada vez más difíciles de manejar a medida que se agregan más componentes, lo que dificulta la construcción de computadoras cuánticas prácticas. La innovación del equipo de Harvard condensa todos estos componentes en una sola matriz plana de elementos sublongitud de onda que controlan la luz con una precisión extraordinaria.
Una innovación clave fue la aplicación de la teoría de grafos—una rama de las matemáticas que utiliza puntos y líneas para representar conexiones—para diseñar metasuperficies capaces de controlar propiedades como el brillo, la fase y la polarización de los fotones. Este enfoque les permitió mapear visualmente cómo los fotones interfieren entre sí y predecir los resultados experimentales, haciendo que el diseño de estados cuánticos complejos sea más intuitivo.
"Con el enfoque de grafos, el diseño de la metasuperficie y el estado cuántico óptico se convierten en dos caras de la misma moneda", señala el científico investigador Neal Sinclair, quien colaboró en el proyecto.
Las metasuperficies resultantes ofrecen numerosas ventajas sobre los sistemas convencionales: no requieren alineaciones complejas, son robustas ante perturbaciones ambientales, pueden fabricarse utilizando técnicas estándar de semiconductores y minimizan la pérdida óptica—un factor crítico para mantener la integridad de la información cuántica.
Más allá de la computación cuántica, esta tecnología podría impulsar el desarrollo de sensores cuánticos y habilitar capacidades de "laboratorio en un chip" para la investigación científica fundamental. El trabajo representa un paso importante hacia computadoras y redes cuánticas prácticas que funcionen a temperatura ambiente, un desafío que ha sido difícil de superar en comparación con otras plataformas cuánticas.
La investigación fue financiada por la Oficina de Investigación Científica de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y se realizó en el Centro de Sistemas a Nanoescala de Harvard, con la colaboración clave del equipo de óptica cuántica y fotónica integrada del profesor Marko Lončar.