El más reciente Informe del Índice de IA de la Universidad de Stanford revela una transformación radical en el panorama global de la inteligencia artificial, con China cerrando rápidamente la brecha de desempeño con Estados Unidos en el desarrollo de sistemas avanzados de IA.
La octava edición de este informe de referencia, elaborado por el Instituto de Inteligencia Artificial Centrada en el Humano (HAI) de Stanford, muestra que, aunque las instituciones estadounidenses aún lideran en cantidad —con 40 modelos de IA destacados en 2024 frente a 15 de China—, la diferencia en calidad se ha reducido considerablemente. En los principales estándares de evaluación como MMLU (Comprensión de Lenguaje Multitarea Masiva) y HumanEval, la brecha de desempeño entre los mejores modelos de Estados Unidos y China pasó de porcentajes de dos dígitos en 2023 a una casi paridad en 2024.
Quizá lo más llamativo es la comparación directa: en enero de 2024, el mejor modelo estadounidense superaba al mejor modelo chino por un 9.26%, pero para febrero de 2025, esta ventaja se redujo a solo 1.70%. Mientras tanto, China continúa dominando en publicaciones y patentes de IA, representando casi el 70% de todas las concesiones de patentes de IA a nivel mundial.
El informe también destaca una tendencia preocupante en la evaluación de IA: muchos estándares de referencia se han 'saturado', ya que los sistemas de IA alcanzan puntajes tan altos que las métricas ya no diferencian de manera efectiva entre modelos. Esta saturación abarca múltiples dominios, incluyendo conocimiento general, razonamiento sobre imágenes, matemáticas y programación, lo que obliga a los investigadores a desarrollar marcos de evaluación más desafiantes.
Más allá de la competencia entre EE. UU. y China, el informe documenta tendencias globales más amplias: la IA se está volviendo más eficiente y accesible, con los costos de inferencia para modelos de alto rendimiento cayendo 280 veces en solo 18 meses. Sin embargo, los incidentes relacionados con IA aumentaron un 56.4% en 2024, lo que subraya la creciente necesidad de establecer salvaguardas responsables a medida que estas tecnologías se generalizan.
Las conclusiones sugieren que el panorama internacional de la IA está entrando en una nueva fase de competencia intensificada, con implicaciones significativas para el liderazgo tecnológico, la ventaja económica y la seguridad nacional en los próximos años.