Un estudio integral de la Harvard Business School ha revelado una significativa disparidad de género en la adopción de inteligencia artificial que podría tener profundas implicaciones para la equidad en el lugar de trabajo.
La investigación, publicada hoy, muestra que las mujeres adoptan herramientas de IA en promedio un 25 por ciento menos que los hombres, a pesar de que los beneficios serían iguales para ambos géneros. En muchos casos, la reticencia de las mujeres proviene de preocupaciones éticas sobre el uso de estas herramientas y el temor a ser juzgadas negativamente en el trabajo por depender de ellas.
El estudio, dirigido por el profesor asociado de HBS Rembrand Koning y sus colegas, analizó 18 investigaciones que involucraron a más de 140,000 estudiantes universitarios y trabajadores de varios países, incluidos dueños de negocios, analistas de datos, desarrolladores de software y ejecutivos. En la mayoría de los estudios, la proporción de mujeres que adoptaban herramientas de IA era entre un 10 y un 40 por ciento menor que la de los hombres, siendo la mejor estimación de los investigadores una brecha del 25 por ciento.
Incluso cuando se igualó el acceso a la tecnología de IA, la brecha de género persistió. En un estudio realizado en Kenia, donde se igualó el acceso a ChatGPT, las mujeres seguían siendo aproximadamente un 13.1 por ciento menos propensas a adoptar la tecnología en comparación con los hombres, lo que indica que existen factores más profundos además de los simples problemas de acceso.
Esta brecha en la adopción genera serias preocupaciones sobre la equidad laboral. A medida que las empresas integran cada vez más la IA en sus operaciones, las mujeres que continúan evitando estas herramientas podrían quedarse atrás en el desarrollo de habilidades valiosas para avanzar en sus carreras, lo que podría ampliar la persistente brecha de género en salarios y oportunidades profesionales.
Koning recomienda que las empresas vayan más allá de ofrecer acceso igualitario a la IA y hagan esfuerzos deliberados para invitar a todos los empleados a experimentar con estas herramientas. "Me encantaría ver capacitaciones sobre IA que todos deban tomar para que se sientan cómodos", señala. Basándose en investigaciones sobre seguridad psicológica, Koning insta a las empresas a crear culturas donde el uso de la IA no solo se normalice, sino que se fomente. "Al hablar con empresas sobre el uso de IA generativa, los lugares donde las brechas parecen ser menores son aquellos donde los líderes dicen: 'Queremos que todos adopten estas herramientas. Algunas cosas funcionarán y otras no, y está bien.'"