Mark Zuckerberg no está escatimando en gastos en su empeño por convertir a Meta en la primera empresa en alcanzar la superinteligencia artificial. El gigante de las redes sociales ha puesto en marcha una campaña de captación de talento sin precedentes, ofreciendo paquetes de compensación de hasta 300 millones de dólares en cuatro años para atraer a los mejores investigadores en IA de empresas rivales.
En el centro de este esfuerzo se encuentra el recién creado Superintelligence Labs de Meta, fundado en junio de 2025 y dirigido por Alexandr Wang, el ex CEO de Scale AI de 28 años, junto a Nat Friedman, ex CEO de GitHub. Meta invirtió 14.300 millones de dólares por una participación del 49% en Scale AI como parte del acuerdo para incorporar a Wang, valorando la startup de etiquetado de datos en 29.000 millones de dólares.
"Para nuestro esfuerzo en superinteligencia, me centro en construir el equipo más élite y con mayor densidad de talento de la industria", afirmó Zuckerberg en un reciente comunicado interno. La reestructuración agrupa todas las iniciativas de IA de Meta—including modelos fundacionales, equipos de producto e investigación—bajo la nueva división, que reporta directamente a Zuckerberg.
La agresiva campaña de contratación ha logrado captar investigadores de empresas líderes en IA. Según informan diversos medios, Meta ha contratado al menos a 11 de los mejores investigadores de OpenAI, Google DeepMind y Anthropic, incluidos especialistas en modelos de razonamiento, IA multimodal y sistemas de visión. Algunas ofertas supuestamente incluyen hasta 100 millones de dólares solo en el primer año de compensación.
Esta guerra por el talento ha provocado fuertes reacciones entre los competidores. El CEO de OpenAI, Sam Altman, calificó el enfoque de Meta de "desagradable" y afirmó que "los misioneros vencerán a los mercenarios". Según comunicaciones internas, el equipo directivo de OpenAI ha estado trabajando "sin descanso" para retener talento, y el director de investigación, Mark Chen, llegó a decir al personal que sentía como si "alguien hubiera entrado en nuestra casa y robado algo".
La enorme inversión de Meta llega tras los reveses sufridos con su modelo de IA Llama 4, lanzado en abril de 2025, que recibió una acogida tibia y generó preocupaciones sobre un posible retraso respecto a la competencia. La compañía planea gastar hasta 65.000 millones de dólares solo en infraestructura de IA en 2025, construyendo enormes centros de datos para entrenar modelos cada vez más potentes.
Con un negocio que genera más de 40.000 millones de dólares trimestrales, Meta puede permitirse esta arriesgada apuesta por la superinteligencia—sistemas de IA que superen las capacidades humanas en todos los ámbitos del conocimiento. Sin embargo, persisten las dudas sobre si reunir simplemente talento caro se traducirá en las innovaciones disruptivas necesarias para ganar la carrera de la IA.