Microsoft ha dado un paso audaz en su estrategia de inteligencia artificial al hacer obligatorio el uso de herramientas internas de IA para todos sus empleados, situando la competencia en IA como un requisito laboral fundamental en toda la organización.
En una nota interna que ha generado debate en el sector tecnológico, Julia Liuson, presidenta de la División de Desarrolladores de Microsoft, dejó clara la postura de la compañía: "La IA es ahora una parte fundamental de nuestra forma de trabajar. Al igual que la colaboración, el pensamiento basado en datos y la comunicación eficaz, el uso de la IA ya no es opcional: es esencial para cada puesto y cada nivel".
La directriz exige a los responsables que evalúen a los empleados en función del uso que hagan de la suite de herramientas de IA de Microsoft, que incluye asistentes de programación, análisis de datos y sistemas de automatización de flujos de trabajo. Según algunas fuentes, ciertos equipos están considerando implantar métricas formales para medir el uso de estas herramientas de cara a las próximas evaluaciones de desempeño.
Este cambio de política se produce mientras Microsoft sigue invirtiendo fuertemente en su infraestructura de IA, especialmente en sus herramientas Copilot, que han enfrentado desafíos de adopción tanto interna como externamente. A pesar de una intensa promoción, Copilot de Microsoft ha tenido dificultades para competir con alternativas como ChatGPT, que cuenta con aproximadamente 400 millones de usuarios activos frente a los 33 millones de Copilot a mediados de 2025.
La medida se centra especialmente en los desarrolladores de Microsoft, ya que la dirección insiste en que quienes construyen productos de IA deben utilizarlos a diario para comprender mejor la experiencia del usuario y mejorar las herramientas. Este impulso por la adopción interna coincide con un periodo de continuos recortes de plantilla, ya que Microsoft ha eliminado más de 2.500 puestos solo en su división de videojuegos desde la adquisición de Activision Blizzard.
Al situar la IA como una competencia clave para su plantilla, el sector tecnológico observa con atención. Esta medida podría anticipar una tendencia más amplia en la que la competencia en IA sea tan esencial para el empleo como las habilidades informáticas básicas, lo que podría transformar las prácticas de contratación y los requisitos laborales en todo el sector.