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Nueva piel robótica otorga a las máquinas percepción táctil similar a la humana

Investigadores de la Universidad de Cambridge y UCL han desarrollado una revolucionaria tecnología de piel robótica que permite a las máquinas sentir calor, dolor y presión como los humanos. El material flexible y de bajo costo convierte toda la superficie de un robot en una interfaz táctil sensible, detectando señales a través de más de 860,000 diminutas vías. A diferencia de los enfoques tradicionales que requieren múltiples tipos de sensores, esta solución de un solo material simplifica la fabricación y mejora la capacidad de los robots para interactuar de forma segura con su entorno.
Nueva piel robótica otorga a las máquinas percepción táctil similar a la humana

En un avance anunciado el 17 de junio de 2025, científicos han creado una piel electrónica revolucionaria que acerca significativamente a los robots a capacidades táctiles similares a las humanas.

El equipo de investigación, liderado por el Dr. David Hardman del Departamento de Ingeniería de Cambridge y el Dr. Thomas George Thuruthel de Ciencias de la Computación en UCL, desarrolló una piel flexible y conductiva hecha de un hidrogel a base de gelatina, que puede fabricarse y moldearse fácilmente en formas complejas. Sus hallazgos fueron publicados en Science Robotics.

"Tener diferentes sensores para distintos tipos de tacto da como resultado materiales complejos de fabricar", explicó el Dr. Hardman. "Queríamos desarrollar una solución que pudiera detectar múltiples tipos de contacto al mismo tiempo, pero en un solo material".

A diferencia de las pieles robóticas tradicionales que dependen de sensores separados para distintos estímulos, esta nueva tecnología utiliza un enfoque de detección multimodal donde toda la superficie funciona como un solo sensor integral. Aunque aún no es tan sensible como la piel humana, puede detectar señales a través de más de 860,000 diminutas vías, lo que le permite reconocer varios tipos de contacto simultáneamente, desde toques ligeros con los dedos hasta cambios de temperatura e incluso daños por objetos punzocortantes.

Los investigadores emplearon técnicas de aprendizaje automático para ayudar a la piel robótica a "aprender" cuáles vías son más relevantes para detectar eficientemente diferentes tipos de contacto. Con solo 32 electrodos ubicados en la muñeca del robot, el sistema puede recopilar más de 1.7 millones de datos.

Este avance representa un paso importante hacia robots más capaces y versátiles que puedan trabajar junto a los humanos en entornos complejos. La tecnología tiene aplicaciones potenciales significativas en salud, manufactura y asistencia en el hogar, donde los robots necesitan interactuar de manera segura y efectiva con las personas y su entorno.

"Aún no estamos en el nivel en que la piel robótica sea tan buena como la humana, pero creemos que es mejor que cualquier otra disponible actualmente", comentó el Dr. Thuruthel. "Nuestro método es flexible y más fácil de construir que los sensores tradicionales, y podemos calibrarlo usando el tacto humano para una variedad de tareas".

La investigación fue apoyada por el Programa de Investigación Global de Samsung, la Royal Society y el Consejo de Investigación en Ingeniería y Ciencias Físicas. Actualmente, el equipo trabaja en mejorar la durabilidad de la piel electrónica y realizar más pruebas en aplicaciones robóticas del mundo real.

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