Shield AI, la empresa de tecnología de defensa con sede en San Diego especializada en sistemas autónomos, ha asegurado $240 millones de dólares en una ronda estratégica de financiamiento F-1 que valora a la compañía en $5,300 millones, casi duplicando su valuación anterior de $2,700 millones a finales de 2023.
La financiación fue liderada por los inversionistas estratégicos L3Harris y Hanwha Asset Management, con la participación de inversionistas existentes como Andreessen Horowitz, U.S. Innovative Technology Fund y Washington Harbour Partners.
Fundada en 2015 por el ex Navy SEAL Brandon Tseng y sus cofundadores, Shield AI ha desarrollado Hivemind Enterprise, una suite de software de autonomía impulsada por inteligencia artificial que permite que aeronaves y drones operen sin GPS ni enlaces de comunicación en entornos de alto riesgo. La tecnología ha sido probada con éxito en múltiples plataformas, incluyendo aviones de combate F-16, drones MQ-20 Avenger y el dron V-BAT de despegue y aterrizaje vertical de la compañía.
"Desarrollar autonomía es tanto complejo como costoso. Hivemind Enterprise resuelve este problema ampliamente conocido y permite la proliferación rápida y eficiente de autonomía resiliente y de alto rendimiento para máquinas inteligentes en diversas industrias", afirmó Nathan Michael, Director de Tecnología de Shield AI.
El nuevo financiamiento acelerará el despliegue de Hivemind Enterprise hacia fabricantes de equipos originales, agencias gubernamentales y empresas, fortaleciendo la base industrial de robótica y drones para desarrollar productos autónomos. La tecnología de Shield AI ya respalda operaciones militares de Estados Unidos y aliados en todo el mundo.
Esta inversión llega en medio de un auge en la tecnología de defensa, con competidores como Anduril Industries (valuada en $28,000 millones) y Saronic (valuada en $4,000 millones) asegurando también rondas de financiamiento importantes en 2025. Este incremento refleja la creciente importancia estratégica de la inteligencia artificial en la seguridad nacional, con las cuatro principales startups de tecnología de defensa recaudando en conjunto casi $10,000 millones, mientras inversionistas y gobiernos priorizan los sistemas autónomos para aplicaciones militares.